Alma Flores fue sacada del orfanato por sus padres biológicos de una familia adinerada. Creyó que por fin podría tener la vida feliz que siempre soñó… Pero al llegar a casa, descubrió que allí ya vivía Carla Flores, la falsa hija mimada por todos. Carla, temerosa de perder todo lo que le habían robado a Alma, usó todo tipo de trucos sucios. Incluso empujó a la hermana menor de su prometido por las escaleras, dejándola en coma, solo para culpar a Alma. En el juicio, los padres biológicos de Alma defendieron a la impostora, borraron las grabaciones del incidente... Y su propio hermano testificó en su contra, enviándola directo a prisión. Durante los cinco años en la cárcel, Alma sufrió humillaciones sin fin. Cuando finalmente recuperó la libertad, su corazón estaba roto. Ya no deseaba amor ni familia: solo quería alejarse de esa casa maldita. Pero justo cuando ella ya no quería saber nada de ellos… ¡su “familia” decidió no dejarla ir tan fácilmente!