Fiona, la hija biológica de los Pérez, fue intercambiada al nacer. A los quince años regresó a su familia, pero estos ya habían adoptado a Elena, a quien consentían en todo mientras ignoraban por completo a Fiona. Además, Elena poseía la habilidad de escuchar los pensamientos musicales de Fiona, robándole múltiples éxitos que publicaba primero, lo que provocó que Fiona fuera acosada hasta la muerte por haters. Tras renacer tras ser traicionada por Elena, Fiona decide contraatacar con toda su fuerza.
Nancy Green creyó que Nathaniel Foster sería su camino a la redención y la guiaría lejos de la oscuridad, protegiéndola con todo su corazón. Sin embargo, él también se convirtió en la causa de su aborto, divorcio, la pérdida de su familia y todo lo que ella amaba. Nathaniel la engañó con palabras dulces y la abandonó una vez ella perdió su valor. Por su parte Nancy, al reconocer ese deseo por su fin, sucumbe de forma voluntaria, dejando que Nathaniel caiga hacia la desesperación.
Hace seis años, Clara Luján pasó una noche con un desconocido y quedó embarazada de su hijo, Nico Luján. Al enterarse, su padre, junto con su madrastra y hermanastra, la echaron de la casa. Desde entonces, Clara rompió lazos con su familia y cría sola a Nico, quien padece una rara enfermedad en la sangre. Seis años después, el patriarca de los Roldán organizaba una cita a ciegas para sus tres hijos en una cafetería, donde por casualidad se encuentra con Nico, que acompañaba a su mamá. Al verlo, don Felipe nota de inmediato que el niño es idéntico a sus hijos cuando eran pequeños.