Ella es esposa de Rafael Morales, pero fue enviada por sus manos a la cárcel, sufriendo tormentos. Cuando su corazón salió desilusionado y decidió partir, él no estaba dispuesto a dejarla ir: “Ya que elogiaste quedarte a mi lado, ¡jamás podrás irte de por vida!”.
Héritière du plus riche, Manon Verlaine a épousé Rémi Rochefort en cachant sa vraie identité, par pure gratitude. Pendant trois ans, elle s’est dévouée corps et âme à son foyer. Le jour de leur troisième anniversaire de mariage, elle a surpris son mari dans les bras d'Yvette Lemaire. Cette dernière, fille de la boniche des Lemaire, assoiffée de luxe et de reconnaissance sociale, s’est approprié l’identité de l’héritière Lemaire. Manon Verlaine, la véritable héritière, a subi le mépris glacial de sa belle-mère et de sa belle-sœur avant d’être mise à la porte. Suite au divorce, la famille Rochefort a multiplié les tentatives pour la détruire, mais Manon, plus résiliente que jamais, a transformé chaque attaque en victoire éclatante...
Isabel y Javier eran una pareja de enamorados, sin embargo, la madre de Javier no aceptaba el compromiso de su hijo con ella mujer. Decidida a expulsarla de la familia García, a escondidas de su hijo decide castigar y hundir a la familia López. Desesperanzada, Isabel pide ayuda a su amigo Samuel para realizar una actuación y conseguir así romper con Javier. Al principio, creía que la señora García la dejaría vivir tranquila, pero, para su sorpresa, cuando la madre de Javier se enteró de que estaba embarazada de su hijo, no se rindió y continuó haciéndola. Entonces, Isabel sintió que no podía seguir viviendo y decidió saltar al vacío. Por suerte, su hijo sobrevivió y, para poder inscribirlo en el registro, Isabel y Samuel realizaron una boda falsa para convertirse en marido y mujer a ojos de los demás. Cinco años después, Javier se convirtió en un reconocido traumatólogo, el más joven de toda la historia del hospital. Al mismo tiempo y desafortunadamente, el pequeño Juan, con solo dos años de edad, sufre de leucemia, por lo que debe permanecer ingresado en el Hospital Santa María para recibir tratamiento hasta que pueda recibir el trasplante de médula ósea que necesita. Justo en el peor momento de Isabel, descubre que el padre biológico de su hijo, Javier, también es doctor en ese mismo hospital y, por capricho del destino, vuelven a encontrarse.